Siempre he tenido una profunda curiosidad por entenderme a mí misma, a los demás y al mundo que me rodea. Una de mis preguntas principales, aunque simple, era por qué podía sentirme feliz por un tiempo, pero no podía mantener esa felicidad. En el fondo, sabía que era posible, así que comencé a explorar todas las formas de terapia y medicina alternativa. Leí miles de libros sobre psicología, espiritualidad y salud, e incluso estudié astrología y di consultas durante más de dos años. Aprender todas esas herramientas y prácticas fue muy valioso, pero funcionaron principalmente en un nivel intelectual. Aún no estaba logrando la plenitud y la felicidad interna que buscaba.
 

Más investigación y una curiosidad sin fin, me llevaron a la Meditación Védica y al Ayurveda, un sistema holístico de salud. Ambos provienen de los Vedas, una antigua colección de conocimiento de la India, del cual también provienen las prácticas de yoga.

Comencé estudiando Ayurveda y me fascinó de inmediato lo simples pero poderosas que eran sus prácticas. Unos meses después, aprendí Meditación Védica y tuve la misma experiencia: era una práctica simple pero increíblemente poderosa. Encontré la plenitud que había estado buscando; mis niveles de estrés disminuyeron significativamente, comencé a sentirme más a gusto, aceptándome a mí misma y a la vida con mayor facilidad, y obtuve un sentido de propósito: necesitaba compartir esto con los demás.

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Enseño Meditación Védica en Oaxaca, Ciudad de México y Toronto. Estoy por terminar mis estudios de Ayurveda para apoyar mejor a los demás en su camino hacia la salud, y también hago diseño gráfico cuando surgen proyectos creativos interesantes.